EL BLOG DE LA CLÍNICA XIMENA VILA
Es perfectamente normal que en ciertos momentos del año perdamos algo de pelo. Esto es un síntoma de normalidad y de renovación de nuestro cuero cabelludo que nos indica que todo funciona correctamente.
Este tipo de caída no deriva en calvicie, siempre que se produzca en una fase conocida como efluvio telógeno o efluvio estacional. Esto ocurre en mayor medida entre mujeres, ya que la caída de cabello en un hombre es más regular durante todo el año.
Cuando la caída del cabello se produce de forma controlada y en los meses de otoño especialmente, estamos hablando de una renovación capilar, la cual es deseable y necesaria. Sin embargo, es conveniente estar atento a que este cabello perdido vuelva a recuperarse pasados unos meses.
En caso de que esto no ocurra, sí es conveniente pasar a manos de un especialista, el cual puede realizar un estudio detallado de nuestro caso para identificar la causa de la caída y recomendarnos el tratamiento adecuado para nuestras necesidades.
Una caída alarmante de pelo puede ocasionarnos problemas de todo tipo. No solo empeora la estética de nuestra melena haciendo que aparezcan zonas despobladas o calvas, sino que también puede producir problemas emocionales como falta de autoestima y confianza.
A continuación, vamos a repasar cuáles son los principales síntomas y señales de alarma de una caída de pelo no estacional, así como sus principales diagnósticos y posibilidades de tratamiento.
Cuando nuestro pelo se cae existen una serie de señales que deberían despertar nuestras alarmas. En primer lugar, si notamos una pérdida considerable de pelo, superando los 100 – 150 pelos (folículos) diarios, es probable que no estemos simplemente ante una caída estacional, sino ante una caída de otro orígen. (androgénica.)
Si la caída es androgénica es muy probable que pasado un tiempo notemos cómo hemos perdido cierta densidad capilar. Esto hará que nuestro cuero cabelludo comience a clarear, ocurriendo esto en diversas zonas como la coronilla, la zona frontal o, lo que es más habitual, las entradas y la parte superior de la cabeza
Cuando la pérdida de pelo no es de tipo estacional es probable que sintamos una mayor sensibilidad y molestias en la zona del cuero cabelludo. Esto nos puede indicar que estamos sufriendo algún tipo de patología en la piel como la dermatitis atópica, liquen plano, etc. Del mismo modo podemos experimentar un aumento de grasa y caspa en nuestro pelo, signos que pueden acompañar distintos tipos de dermatitis que pueden llevar a mayor pérdida de pelo.
Por suerte, para este tipo de caídas de pelo existen una gran cantidad de tratamientos preventivos que pueden ayudarnos a recuperar el aspecto de nuestra melena. Para acertar con el tratamiento a llevar a cabo, es importante también acertar con las causas que provocan el problema.
Sin duda la razón más común para el exceso de caída de cabello es la alopecia androgénica. Esta patología es (en general) hereditaria, pudiendo ser disparada o incrementada por diversos factores: ambientales, dieta, hábitos de vida, enfermedades concomitantes, etc. (aunque también puede ser provocada por diversos ajustes y alteraciones de tipo hormonal.)
La alopecia androgénica es más común en hombres que en mujeres, apareciendo a muy diversas edades. (Para detectar este tipo de alopecia es importante tener al menos 25 años, que es la edad en la que las hormonas masculinas terminan de estabilizarse.)
En el caso de las mujeres puede aparecer a diversas edades, pero hay 3 momentos a lo largo de la vida más propensos al desarrollo de la alopecia androgenética: las primeras reglas, los postpartos y la menopausia.
Es importante descartar siempre otras posibles causas de alopecia frecuentes en mujeres para instaurar el tratamiento correcto (por ejemplo: anemia, hipotiroidismo y ovarios poliquísticos).
Por suerte, en la dermatología capilar existen cada vez técnicas de mayor calidad que realizan diagnósticos precoces y combaten la alopecia de forma muy efectiva. A continuación vemos las más comunes y las que mejor funcionan dependiendo del tipo de caída que tengamos.
El primer paso lógico antes de aplicar cualquier tipo de tratamiento es realizar un estudio del estado del cuero cabelludo del paciente. Esto consiste en un análisis tricológico y un estudio microscópico de la raíz y del cuero cabelludo. Solo un buen estudio nos permitirá aplicar el tratamiento más adecuado.
Dependiendo de la causa será el tratamiento a seguir.
Si se trata de una alopecia androgenética lo primero y fundamental es tomar un antiandrógeno vía oral: finasteride o dutasteride. Esto será lo que frene el avance de dicha alopecia.
Otra opción es la ingesta de medicamentos que fortalezcan la salud capilar. Entre ellos sin duda el más efectivo es el minoxidil administrado por vía oral. Se trata de un medicamento que originalmente era utilizado para la hipertensión arterial, pero que ha mostrado efectos beneficiosos para el crecimiento del pelo, favoreciendo su aumento de grosor.
Uno de los tratamientos complementarios más habituales para mejorar la caída del cabello es la mesoterapia capilar. Esto consiste en inyectar una serie de sustancias (entre ellas la principal es el dutasteride) en nuestro cuero cabelludo que mejoran la salud del pelo, pudiendo favorecer el grosor y mantenimiento de la fibra capilar.
Una vez estabilizada una alopecia androgenética y habiendo ganado todo lo posible al tratamiento médico, lo más efectivo para restaurar aquello que se ha perdido es, sin duda, la cirugía capilar. Se trata de un proceso que ha mejorado su efectividad en los últimos años y que devuelve lo que a través de tratamiento médico no hemos logrado recuperar.
La técnica FUE es la más avanzada en microinjerto capilar. Permite recolectar cabello de las zonas donantes e implantarlo en las zonas receptoras, consiguiendo un resultado natural y duradero, ya que este cabello está programado genéticamente para no caerse. Existen otras alternativas como la técnica FUSS (también válida a día de hoy, o la combinación de ambas) que puede trabajar con alopecias más extendidas.
La técnica FUE se trata de una técnica que se realiza bajo anestesia local por lo que el proceso es, en cualquier caso, muy bien tolerado por el paciente. El paciente que se somete a una técnica de microinjerto capilar puede volver a casa el mismo día por su propio pie.
Para obtener el mejor diagnóstico y tratamiento en nuestra caída del cabello no estacional la mejor idea es acudir a una clínica especializada en salud capilar, donde el paciente será valorado por un profesional que valorará su caso particular brindando el mejor trato y con la mayor profesionalidad.
En la clínica de la doctora Ximena Vila realizarán un estudio tricológico con el que verán qué ocasiona la caída del pelo, y solo en ese momento sabrán recomendarte el mejor tratamiento para mejorar tu aspecto y devolverte tu apariencia. Ganarás en salud capilar y en estética, rodeado de un genial equipo de profesionales.
Si quieres más información sobre tu caso en concreto y no quieres o puedes desplazarte o llamar, puedes completar nuestro diagnóstico para la alopecia, prometemos contestarte con la mayor celeridad posible.