No es ningún secreto que la caída del pelo es un problema muy común tanto en hombres como en mujeres. Generalmente cuando hablamos de alopecia lo hacemos de su versión androgenética, que es la más común; pero la pérdida del cabello debido a la acción hormonal no es la única que existe.
Aunque menos conocida, la alopecia difusa también puede ser un gran problema para quienes la padecen. Los efectos de esta condición son muy reconocibles: la persona comienza a perder volumen capilar en toda la cabeza, produciendo un efecto de pérdida de cabello muy visible.
En este artículo veremos exactamente qué es la alopecia difusa y por qué se produce. Además hablaremos de las diferencias de este problema con otros tipos de pérdida del cabello, y de los posibles tratamientos que existen para paliarlo en la medida de lo posible.
¿Qué es la alopecia difusa?
La alopecia difusa se refiere a la disminución o caída del cabello en toda la cabeza o gran parte de la misma al mismo tiempo. A diferencia de otros tipos de alopecia, esta suele estar provocada por el efluvio telógeno, que se produce cuando un número inusualmente elevado de folículos entran en la fase telógena al mismo tiempo.
La fase telógena es aquella en la que el pelo entra en un periodo de descanso, dejando de crecer y perdiendo grosor. Generalmente esta fase es de corta duración y no se da en toda la cabeza en el mismo momento; pero en el caso de una persona con un efluvio telógeno, hasta el 70% de los folículos pilosos de una persona pueden entrar en la fase telógena al mismo tiempo.
Los efectos de la alopecia difusa son muy visibles. La persona puede mostrar una gran pérdida de volumen en todo su cuero cabelludo. Además, esta pérdida suele darse de manera muy rápida, con el estrés y malestar que esto conlleva.
Normalmente el pelo crece de manera cíclica, pasando unos meses en la fase anágena antes de entrar en la telógena y acabar cayendo. En el caso de una persona con alopecia difusa, sin embargo, la fase de crecimiento del cabello se ve anormalmente interrumpida, lo que da lugar a los síntomas más visibles de este problema.
¿Por qué se produce?
No se sabe exactamente qué provoca la alopecia difusa, y cada caso es diferente. En la mayoría de los casos la pérdida del pelo se produce debido al efecto del efluvio telogénico; pero también pueden darse otros factores como el efluvio anágeno o ciertos tipos de alopecia determinados por la genética.
Sin embargo, a día de hoy sí que sabemos que existen ciertos factores que hacen más probable la aparición de alopecia difusa. Los más importantes son los siguientes:
- Estrés físico intenso. Por ejemplo, esto se produce después de un accidente, una operación, o una infección severa.
- Estrés emocional, sobre todo si se da de manera continuada.
- Enfermedades crónicas como anemia, problemas renales o de hígado, o trastornos intestinales.
- Trastornos de la tiroides. Tanto el hipotiroidismo como el hipertiroidismo pueden provocar alopecia difusa.
- Factores externos, como exposición a ciertos tratamientos médicos, malos hábitos alimenticios o radiación.
A quién afecta la alopecia difusa
La alopecia difusa puede afectar a hombres y mujeres por igual y aparecer en cualquier edad y momento de la vida. Sin embargo, al contrario de lo que ocurre con otras causas de caída del cabello, este tipo de alopecia suele afectar a las mujeres en mayor medida.
A pesar de que no se trata de una condición peligrosa para la salud, la pérdida de pelo severa puede traer complicaciones importantes a nivel emocional y psicológico. Se sabe que la alopecia difusa puede afectar en gran medida a la autoestima y a la imagen de uno mismo, por lo que muchas personas optan por buscar un tratamiento para este problema.
¿Cómo sé si es alopecia difusa?
La mejor manera de recibir un diagnóstico de alopecia difusa es ponerte en contacto con un profesional. Generalmente se utilizan distintas pruebas y procedimientos médicos para diagnosticar la causa de la pérdida del cabello. A continuación veremos algunos de los más comunes.
Historia y examen del paciente
Lo primero que hará un profesional médico es estudiar la historia previa del paciente. De esta manera se pueden identificar en muchas ocasiones los factores desencadenantes o la susceptibilidad genética a la pérdida del pelo.
Entre otras cosas, esta exploración inicial debe incluir los siguientes pasos:
- El examen del cuero cabelludo para evaluar el grado y el patrón de la pérdida de cabello, además de señales de inflamación, enrojecimiento, descamación o cicatrización.
- Evaluación de longitud, diámetro y salud del cabello.
- Análisis de sangre para tratar de encontrar causas físicas subyacentes como anemia o problemas hormonales.
Prueba del tirón del pelo
Aunque parezca trivial, la prueba del tirón del pelo es una de las mejores formas de diagnosticar la alopecia difusa. Esta consiste en agarrar un grupo de cierto volumen de cabello y tirar de ellos suavemente. En el caso de que el 10% o más de los mismos se puedan arrancar de manera sencilla, nos encontramos ante un caso de este tipo de alopecia.
El único problema de esta prueba es que los resultados serán positivos sin importar cuál sea la causa subyacente. Así, no importará si la pérdida de cabello está provocada por un efluvio telógeno, anágeno, o por la aparición de alopecia areata difusa. Eso sí, la prueba permite descartar otras causas como la alopecia androgenética.
Tricograma
Una vez que se ha determinado que existe alopecia difusa, lo más habitual es realizar un tricograma para comprobar en qué fase se encuentra el cabello. Este procedimiento permite saber si cada pelo está en fase telogénica o anágena para entender mejor las causas de la caída del cabello.
Por ejemplo, en condiciones normales se considera que el 80% del pelo debe estar en fase anágena y solo el 20% en etapa telogénica. Si este segundo porcentaje es más alto, es muy probable que nos encontremos frente a un caso de efluvio telogénico.
Tratamientos para la alopecia difusa
Los tratamientos disponibles para la alopecia difusa son muy similares a los de otras causas para la pérdida del cabello. Algunos de los más frecuentes son los siguientes:
- Uso de minoxidil oral o tópico para disminuir la duración de la fase telogénica.
- Tratamiento con plasma rico en plaquetas (PRP), especialmente en combinación con medicación.
- En los casos más extremos, se puede realizar un trasplante capilar para ayudar a la persona a recuperar su imagen. Siempre y cuando la causa subyacente haya sido detectada y tratada correctamente y el tipo de alopecia tenga indicación quirúrgica.