España se posiciona en el segundo país a nivel mundial con mas casos de alopecia, después de la República Checa. Si bien se trata de una patología clínicamente benigna, muchas veces desencadena en conflictos psicológicos importantes.

Además, la caída del cabello puede ser una manifestación de otras alteraciones que nuestro organismo está experimentando.

Existen muchos tipos de alopecia. Solo podremos realizar un buen diagnostico mediante un buen conocimiento de las manifestaciones clínicas, la exploración tricológica y una anamnesis.

Alopecias cicatriciales y no cicatriciales

Según la histopatología y con fines diagnósticos, podemos dividir las alopecias en dos grandes grupos:

  1. cicatriciales: se produce una pérdida del folículo piloso con reemplazo del mismo por tejido conjuntivo. Mediante el tricoscopio podemos observar la pérdida de los orificios foliculares

En este tipo de alopecias no es posible la repoblación folicular y el tratamiento médico suele estar enfocado a evitar el avance de la enfermedad.

  1. no cicatriciales: en este tipo de alopecias, el folículo piloso presenta alteraciones, pero no está dañado del todo. Por tanto, son reversibles si aplicamos los tratamientos adecuados.

Alopecia androgenética

Este tipo de alopecia se clasifica dentro de las NO cicatriciales. Están producidas por una miniaturización de los folículos pilosos.

La pérdida se produce de forma gradual y afecta genéticamente a hombres y mujeres.

Hay dos patrones definidos según las áreas afectadas por la miniaturización y ambos pueden ser padecidos indistintamente por hombres y mujeres; aunque por frecuencia el masculino (MAGA) lo padecen hombres y el femenino (FAGA) las mujeres.

Causas

Existe un factor genético que provoca que folículos pilosos se vuelvan susceptibles de ser afectados por los andrógenos. Esta herencia es autosómica dominante y de penetrancia variable.

De esta forma, en las zonas del cuero cabelludo donde se encuentra dicho receptor, que hace que los folículos sean sensibles a los andrógenos, existirá una disminución de la actividad folicular hasta su total desaparición.

En el hombre, las áreas afectadas serian la fronto-parietal y vértex. En cambio, en las mujeres se conserva la línea de implantación del pelo y serán las zonas parietales quienes se verán afectadas.

Diferentes grados de alopecia androgenética: escala de Hamilton-Norwood

La escala de Hamilton-Norwood permite clasificar la alopecia androgenética masculina según su avance. Podemos resumirla en:

TIPO I – II-III: Calvicie pequeña: frontal localizada, no sobrepasa la línea media de la cabeza.

TIPO IV-V: Calvicie media (amplia):  abarca frontal y coronilla, con o sin puente entre ambas zonas y con bordes laterales altos.

TIPO VI- VII: Calvicie avanzada: pérdida de frontal y coronilla con laterales bajos.

Alopecia androgenética
Escala Hamilton-Norwood

Normalmente, la alopecia androgenética avanza de manera lenta y gradual. Suele aparecer a temprana edad (adolescencia). La enfermedad avanza diferentemente en el hombre y en la mujer. Mientras el hombre puede llegar a una calvicie total, la mujer experimenta una disminución del grosor del cabello principalmente.

Tratamiento

El tratamiento va dirigido a estabilizar la alopecia, es decir, evitar su avance, y a intentar mejorar la calidad de la fibra capilar. De esta forma lo dividiremos en dos partes:

Entre los tratamientos tópicos encontramos el Minoxidil. Se trata de un vasodilatador que favorece la prolongación de la fase anágena del pelo.

El minoxidil vía oral es otra opción que si bien no estabiliza si está mostrando buenos resultados en cuanto a mejoría en el aspecto del pelo.

Está contraindicado en casos de hipersensibilidad al minoxidil. Advertencias y precauciones: las que has mencionado.

Dentro de los tratamientos orales, el Finasteride se ha convertido en el medicamento indicado por excelencia. En un 85-90% de los casos, se consigue detener el avance de la alopecia androgenética y recuperar una variable cantidad de cabello.

El dutasteride también es una opción de tratamiento, su eficacia en cuanto poder antiandrógeno es algo mayor que el finasteride.

Por otro lado, existe el tratamiento quirúrgico que consiste en el injerto capilar. Para ello, la alopecia debe estar controlada y estable mediante la medicación pertinente. Además, el paciente debe tener una zona donante de calidad que permita la obtención de buenos resultados.

Nosotros practicamos la técnica FUE, que consiste en extraer cada unidad folicular individualmente para luego ser implantadas una a una.

Durante la consulta con el cirujano capilar, se determinará el tipo y origen de la alopecia que sufre el paciente y si es operable o no.

El Finasteride y el dutasteride, al igual que en los hombres, es el tratamiento de elección en mujeres. También se utiliza el minoxidil vía oral con buenos resultados hasta el momento.

En ocasiones, la aplicación de Minoxidil de forma tópica puede mejorar la calidad del pelo. Sin embargo, solamente 1 de cada 5 mujeres consiguen obtener una mínima recuperación de la densidad capilar.

Como en el caso de los hombres, también estará indicado el injerto capilar siempre y cuando la alopecia esté totalmente estable y exista una zona donante de calidad.

En resumen, la alopecia androgenética se clasifica dentro de las alopecias NO cicatriciales, es decir, que los folículos pilosos no quedan destruidos como en el caso de las cicatriciales. Existe predisposición genética y los tratamientos farmacológicos indicados son el Minoxidil y el Finasteride. Cuando la alopecia esté estable y controlada, entonces se podrá considerar la realización de un injerto capilar.